¡Respira! (audio)

Ponte música a todo trapo, la más salvaje, loca e hipnótica que tengas. Déjate llevar gradualmente por ella. Muévete, da libertad a tu cuerpo, confía en él. Viaja con la música, fúndete con el ritmo, canta, grita, golpea el aire. Sacude los brazos y las piernas, suelta la cabeza, agita todo el cuerpo. Grita más, golpea más fuerte, siéntete animal. No pares hasta que te sientas ligero y lleno de energía.

Volverse locos de vez en cuando nos hace sentir mejor. Expresar la agresividad de forma creativa libera a los demás de nuestros ataques de furia.

La catarsis es un término griego que significa purificación física y anímica. Tanto el cuerpo como el alma se liberan de las tensiones que amenazan la salud de la persona. Lo irracional, lo inconsciente reprimido es una fuente de placer y de poder que nos puede destruir si es ignorado. Gestionar el «monstruo» que llevamos dentro es una poderosa herramienta de crecimiento interior.

En los años 60 aparecen las «meditaciones dinámicas» como respuesta a la incapacidad de muchos occidentales de trascender lo racional para acceder a estados ampliados de consciencia. En estas meditaciones se activa la energía bloqueada a través de la expresión libre con música para luego, en quietud y silencio, entrar en estados más profundos de meditación y conocimiento interior.

Te propongo que después de hacer el salvaje un buen rato, de bailar, gritar y lo que te dé la gana, exhausto de verdad, cuando ya no puedas más, te dejes caer en la cama, que cierres los ojos y pruebes el siguiente ejercicio básico de respiración. Luego me cuentas.

Salud para todos.

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